Fonética y las palabras

La fonética es la capacidad de entender que las letras (morfemas) están representadas por sonidos de la lengua (fonemas), así mismo cómo usar esta relación para deletrear palabras y leer.

Para hablar de fonética es necesario aclarar que la conciencia fonémica es diferente a la fonética. La conciencia fonémica es la habilidad de identificar, manipular y aislar fonemas del lenguaje hablado, mientras que la fonética es la capacidad de entender que las letras (morfemas) están representadas por sonidos de la lengua (fonemas), así mismo cómo usar esta relación para deletrear palabras y leer.

La fonética ayuda con la decodificación de palabras. La decodificación es la destreza que ayuda a los niños a como convertir palabras escritas en la forma hablada, y a su vez a combinar y juntar estos sonidos para formar palabras.

La instrucción fonética ayuda a los niños a entender el principio alfabético (relación de la palabra escrita que esta representada por el lenguaje hablado). “El principio alfabético, es la comprensión de que hay una relación sistemática entre letras y sonidos” (Adams, 1990).

¿Cómo enseñar la fonética?

Es fundamental que la instrucción de la fonética sea de forma sistemática y explicíta. Sistemática porque la instrucción de relación de los sonidos y el deletreado está claramente definido. Los conceptos tienen una clara secuencia lógica, donde los conceptos más simples se aprenden y en consecuencia los niños van construyendo su propio aprendizaje partiendo de lo más simple hasta conceptos más complejos. Explicíta porque esta instrucción es detallada y claramente explicada por el maestro. El maestro modela la instrucción para que posteriormente los niños practiquen independientemente.

De acuerdo a investigaciones sobre lectura, los resultados favorecen positivamente a niños que han recibido intrucción sistemática y explicíta en el proceso de lectoescritura.

¿Cuándo debo enseñarlo?

Se recomienda enseñarlo en el jardín (5 años) hasta primer grado; sin embargo, la instrucción de la fonética se puede prolongar hasta el tercer grado para ayudar a niños con dificultades en la lectura.

Estrategias

Utilizar libros e historias con palabras que en su mayoría sean decodificables.

Por analogía

Utiliza “familias” palabras que terminan igual.

Por ejemplo: “familia asa” casa, masa, pasa

“familia ana” sana, rana, lana.

Enseñar dígrafos y diptongos

(dos letras que representan un solo sonido) como la ch, ll, rr, gu y la qu.

Diptongos (ue, ui, etc.)

Palabras con la secuencia CVC (consonante, vocal, consonante).

Por ejemplo: sol, mar, par, pon, mas, etc.

Palabras de alta frecuencia (comunes).

Las que aparecen siempre en un texto.

Por ejemplo: los, las, el, la, tu, yo, ella, para, etc. Si estas palabras los niños las practican en actividades rutinarias les facilita en la práctica de una lectura fluida, porque los niños no se detendrán a decodificarla.

Enseñar raíces, prefijos y sufijos (este concepto es más complejo).

Para poder deducir vocabulario y también a decodificar con más rapidez.

Por ejemplo:

Maestro: presenta la palabra incompleto, y pregunta “¿Cuál es el prefijo de la palabra incompleto?”

Alumnos: “in”

Maestro: ¿qué significa in?

Alumnos: “no”

Maestros: ¿Qué significa incompleto?

Alumnos: no completo

Como maestros tenemos que propiciar muchas experiencias y prácticas en la instrucción de la fonética. La repetición y la práctica con fidelidad de estos conceptos ayudan a los niños con la automaticidad y la fluidez de la lectura.